Por qué el ácido salicílico es el mejor aliado en la limpieza facial
La limpieza es una parte importante de la salud y la higiene personal, lo que resulta en la eliminación de suciedad, bacterias y células muertas de la piel no deseadas, lo que en teoría debería permitir una mejor penetración percutánea de fármacos/medicamentos tópicos. Cuando se desarrolló por primera vez el jabón hace muchos años, se utilizaba principalmente con fines de limpieza, pero a lo largo de las décadas, la función de los limpiadores de la piel, que ha ido más allá de los verdaderos jabones, se ha transformado para abarcar beneficios tanto para la salud como para los cosméticos.
Con el tiempo, el verdadero jabón ha evolucionado hasta convertirse en mucho más que un agente limpiador, ahora se comercializan limpiadores para la piel sin jabón para disminuir la apariencia envejecida de la piel, suavizarla y mejorar la salud general de la piel.
En general, la finalidad de un jabón facial es eliminar cualquier residuo de maquillaje, suciedad, exceso de grasa, protector solar, restos de contaminación, células muertas etc. Pero ¿habrá una manera en que se pueda potencializar la acción del jabón y brindar beneficios extra? Y la respuesta es sí.
El ácido salicílico es un ingrediente activo para el cuidado de la piel que brinda varios beneficios exfolia la piel, controla el exceso de producción de sebo (aceite) y mantiene los poros limpios y debido a estos beneficios, lo hace un aliado perfecto para los limpiadores faciales. También es excelente para la piel grasa y puede refinar y refrescar la piel si se usa a diario. Dentro del ácido salicílico se encuentra una sustancia llamada salicina que contiene propiedades antiinflamatorias, reduce el enrojecimiento y dolor que a menudo provoca el acné y las quemaduras solares.
El ácido salicílico tópico también se usa para eliminar y prevenir la aparición de espinillas y otras manchas de la piel en personas con acné. También se usa para tratar enfermedades de la piel que se caracterizan por descamación o crecimiento excesivo de las células cutáneas, como psoriasis (enfermedad de la piel en la que se forman manchas rojas y escamosas en ciertas áreas del cuerpo), ictiosis (enfermedades congénitas que provocan sequedad y descamación de la piel), caspa, callos, durezas y verrugas en las manos o los pies.
Se han recomendado para el acné concentraciones de ácido salicílico que oscilan entre el 0,5% y el 10% (varios nombres comerciales y genéricos, numerosos fabricantes), pero el 2% es la concentración máxima permitida en productos para el acné sin receta en los EE. UU.
¿Y tú, ya incorporaste un limpiador facial con ácido salicílico en tu rutina de skincare?